La mitad de los españoles considera que la calidad de iluminación afecta a su vista y en mayor medida, estiman que la iluminación es clave para promover el bienestar en el lugar de trabajo, los centros de estudio y el hogar. A pesar de ello, apenas el 36% asegura seleccionar luces o bombillas con suficiente cantidad de luz para cuidar sus ojos y garantizar el confort visual. Estas son algunas de las conclusiones del estudio “Impacto de la iluminación en el confort visual” realizado por Signify con el gabinete sociológico Simple Lógica, entre más de mil encuestados con hijos en edad escolar.
La salud y el bienestar visual ha perdido interés entre los españoles ya que casi la mitad de los padres y madres entrevistados (48,7%) no sitúa el cuidado de sus ojos en una de sus tres principales prioridades de bienestar personal. Mantener un peso saludable (77,6 %), gestionar los niveles de estrés (70%) y mantener la condición física (68,8%) son las prioridades de bienestar de los encuestados.
La poca relevancia del bienestar visual se mantiene también al enunciar las principales preocupaciones sobre los hijos. Así, los niveles de estrés y la salud mental de los hijos es el aspecto que más preocupa al 62% de los padres en España, seguido por la relación con otros niños (48,2%) o el rendimiento en la escuela (43,3%). Tan solo una cuarta parte de los padres (24,5%) señala la vista de sus hijos como una de sus tres principales preocupaciones.
En este sentido, el estudio también releva que damos poca relevancia al cuidado de nuestros ojos, ya que solo el 39% de los encuestados visita al oculista de manera regular, una práctica que ha disminuido ligeramente en los últimos años y que puede explicar que cada vez existan más complicaciones relacionadas con la salud ocular. Entre las acciones beneficiosas para el cuidado de sus ojos, los encuestados destacan el uso regular de gafas de sol (57 %) y alrededor del 36 % optan por cuidar la elección de luces y bombillas para que proporcionen luz acogedora y suave.
Menos luz y más pantallas
Uno de los condicionantes del bienestar ocular es el tipo de luz utilizada. El tipo de iluminación que utilizamos en nuestro entorno puede influir en una mayor calidad de la imagen recibida y en favorecer un mejor confort visual. Una luz de mala calidad puede incrementar la fatiga visual, dañar la vista a largo plazo y provocar otras alteraciones físicas.
“La luz y por lo tanto la iluminación que utilizamos en nuestras tareas del día a día son muy importantes en cualquier etapa de la vida. En la infancia la luz es básica en el proceso del aprendizaje tanto en la lectura como en la escritura. En la edad adulta una buena iluminación previene la fatiga visual, es decir la sensación de disconfort, visión borrosa e incluso escozor ocular” afirma el doctor Jesús Pareja, oftalmólogo de la Clínica Rementería.
Estas consideraciones son aún más importantes en la actualidad ya que disminuyen las horas de luz solar, por el cambio al horario de invierno, y además se incrementa el número de personas trabajando o estudiando en remoto desde sus hogares a causa de la pandemia de coronavirus. Tal y como señala el doctor Pareja “la iluminación también puede afectar a los ritmos circadianos en lo que al descanso nocturno y al sueño se refiere, fundamentales para poder desarrollar nuestras actividades diarias de la mejor forma. Por tanto, la capacidad de crear distintos ambientes de iluminación puede influir positivamente en nuestro confort visual y es deseable adaptarlos a cada momento”.
Asimismo, el estudio de Signify muestra que los padres de hijos en edad escolar pasan una media de cuatro horas y media diarias frente a la pantalla, mientras que sus hijos dedican tan solo media hora menos que sus padres. La media de horas frente a pantallas aumenta respecto a años anteriores y de manera significativa entre los padres de hasta 50 años y entre quienes tienen hijos menores de edad, mientras que, en el caso de los niños, la media de tiempo frente a la pantalla aumenta considerablemente a medida que aumenta la edad.
La fatiga visual (45,7 %) es, junto con el dolor articular en cuello, espalda y hombros (48 %) el efecto más común en mayores y menores tras una larga exposición a la pantalla. A estos dos efectos le siguen los ojos secos (26 %) y el picor de ojos o los problemas para enfocar a distancia, presente en uno de cada cuatro encuestados.
Una preocupación compartida de forma generalizada por más del 86 % de los encuestados es que una luz insuficiente, inadecuada o parpadeante y pasar demasiado tiempo frente a la pantalla puede dañar la vista de sus hijos. Esta afirmación también la confirman los encuestados cuando se trata de evaluar las condiciones para el bienestar visual del lugar de trabajo.
Así, una gran mayoría de los padres encuestados afirma que tendría muy en cuenta la calidad de las bombillas y sistemas de iluminación si supieran que beneficia el rendimiento escolar y el confort visual de sus hijos.
“La iluminación es un aliado para potenciar la concentración y el rendimiento tanto escolar como laboral. Es esencial que los niños intercalen periodos de lectura o visión de cerca con periodos de descanso o visión lejana y evitar exposiciones a la luz intensa antes de ir a dormir para no alterar el descanso nocturno. En el caso de los adultos, hay que evitar el deslumbramiento, mantener una buena hidratación ocular y procurar una iluminación dual, ambiental y artificial, que nos haga ser conscientes del entorno” detalla el doctor Pareja.
Elegir para el confort
A pesar de la preocupación por las condiciones de iluminación y su impacto en la comodidad de los ojos, la eficiencia energética es aún el factor clave que determina la elección en más del 70 % de los encuestados, seguido por la calidad de la luz (52 %) y el precio (47 %).
No obstante, más de la mitad de los encuestados apostaría más por elegir una iluminación confortable para los ojos si hubiera garantías que lo avalaran o bien se incluyera información explicativa en el embalaje. También, tres de cada diez afirman que utilizarían esta luz más confortable solo si no es más cara (29,5%).
La iluminación con LED, presente en el 76 % de los hogares españoles, mejora la calidad de la luz y ofrece alternativas de iluminación respetuosas con el confort visual. Signify lanzó el sello EyeComfort para las gamas Philips Led, con el objetivo de garantizar el confort visual, emitiendo una luz agradable y de calidad que permite disminuir la fatiga visual.
“Pasamos el 90% del tiempo en espacios interiores, bajo la influencia de la luz artificial. Tenemos el objetivo de convertir toda la gama de productos Philips LED para el consumidor en EyeComfort. Actualmente, cerca del 90% de la gama de bombillas y lámparas para el hogar ya incorpora estos criterios con el objetivo de ofrecer una iluminación confortable para los ojos” comenta Mar Gandolfo, Directora de Formación en Signify.
El sello EyeComfort se otorga a las bombillas y lámparas LED que minimizan los factores que causan fatiga visual como son: el parpadeo, la luz estroboscópica y un bajo índice de reproducción cromática, lo que significa una representación menos fiel de los colores.
Además, es esencial facilitar la regulación de intensidad y de temperatura de color (blanco frío o cálido), un aspecto que permite adaptar la cantidad y color de la luz para cada ocasión, ya que una luz demasiado intensa puede deslumbrar o si es escasa, puede producir un efecto de parpadeo. Asimismo, los sistemas con el sello EyeComfort están diseñados para eliminar el ruido audible que pueden emitir algunos LED. De esta forma, este tipo de iluminación ayuda a estudiar o trabajar con una concentración mayor.
Fuente de imágenes: Signify