En las escuelas, los estudiantes aprenden a formar relaciones sociales positivas, a ganar independencia y a desarrollarse emocional, conductual y cognitivamente. Es por ello que asegurar un entorno de aprendizaje positivo es fundamental para impulsar y alentar estas capacidades. Dentro de todos los factores que influyen en la creación de un clima escolar positivo la calidad del ambiente interior en las aulas desempeña un papel fundamental. Un nuevo estudio realizado por investigadores holandeses ha evaluado el impacto que tiene el ambiente interior de una clase en la enseñanza, el aprendizaje y los logros académicos de los estudiantes en colegios y universidades. Los resultados muestran cómo la calidad ambiental interior puede contribuir a la calidad del aprendizaje y al rendimiento académico a corto plazo en los estudiantes. Sin embargo, aún no se ha podido determinar la influencia de todos los parámetros en la calidad de la enseñanza y el rendimiento académico a largo plazo.
En el análisis, publicado recientemente en Indoor Air, el equipo examinó las condiciones de aire interior, acústicas y de iluminación mediante una revisión sistemática de la literatura científica publicada a tal respecto. Tras un proceso de selección, se incluyeron 21 publicaciones de gran relevancia y calidad. La pruebas recogidas en estos estudios muestran cómo la calidad ambiental interior puede contribuir a la calidad del aprendizaje. Suficientes pruebas confirman que las malas condiciones del aire interior, térmicas, acústicas y de iluminación influyen negativamente en la calidad del aprendizaje debido a la incomodidad que producen y afectando a la salud mental y física de los estudiantes. Por otro lado, el conseguir unas condiciones óptimas en las clases pueden crear un entorno en el que los estudiantes se sientan más alerta y presten atención.
Sin embargo, no se pudo determinar la influencia de todos los parámetros en la calidad de la enseñanza y en el rendimiento académico a largo plazo de los estudiantes. Los estudiantes rinden al máximo en diferentes condiciones de la calidad del ambiente interior, y estas condiciones dependen de las tareas, lo que sugiere que las aulas que ofrecen múltiples condiciones ambientales que facilitarían la diferentes tareas de aprendizaje.
«Varios estudios demostraron que no existe una sola condición ambiental óptima en el interior de las aulas de educación superior para los estudiantes. Las condiciones en las que los estudiantes rinden al máximo dependen de la tarea. Por lo tanto, las aulas deberían proporcionar múltiples condiciones ambientales interiores, a fin de facilitar los procesos educativos de manera óptima», dijo el autor principal Henk W. Brink, MSc, de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Hanze, en los Países Bajos.
La calidad del ambiente interior en las aulas
La calidad del ambiente interior aborda cuestiones sutiles que influyen en la forma en que los usuarios experimentan un espacio interior. En este contexto, la comodidad de los ocupantes depende de las condiciones ambientales interiores reales y de las características demográficas personales, como el o y la edad. Además, depende de procesos psicobiológicos, como la excitación y el estrés, y de procesos psicológicos, como la percepción del control y la atención. Además, este ambiente interior al que están expuestos los profesores y los estudiantes puede afectar a la eficacia de la enseñanza y las prácticas docentes, lo que a su vez puede influir en el rendimiento académico de los estudiantes.
En el recorrido por las diferentes investigaciones el estudio identifica los siguientes mecanismos humanos que se ven afectados por las condiciones térmicas como por las de calidad del ambiente interior: distracción y atención, motivación, excitación, síntomas neurocomportamentales y síntomas agudos de salud. Además, las condiciones de iluminación, por ejemplo, pueden afectar a la agudeza mental y el rendimiento cognitivo; y las molestias y distracciones pueden ser causadas por condiciones acústicas deficientes. Por último, depende de la capacidad de los alumnos para concentrarse y pensar con claridad, ya que estos aspectos en conjunto influyen en el rendimiento académico de los estudiantes en el aula .
Influencia en la calidad de la enseñanza, aprendizaje y rendimiento académico
El objetivo principal del estudio fue la revisión sistemática de la literatura científica para ofrecer una visión general de la forma en que las condiciones ambientales interiores de las aulas influyen en la calidad de la enseñanza y el aprendizaje y en el rendimiento académico de los estudiantes en la enseñanza superior.
En este contexto, la primera hipótesis que se barajó, “Cómo la calidad del ambiente interior influyen en la calidad de la enseñanza”, no pudo ser confirmada ni rechazada por falta de pruebas. Sin embargo, hay algunas pruebas que sugieren el impacto negativo del deterioro de las condiciones acústicas en la salud de los profesores.
La segunda hipótesis, “como la calidad del ambiente interior influye en la calidad del aprendizaje”, se confirmó. Hay suficientes pruebas que confirman que un deficiente ambiente interior y condiciones térmicas, acústicas y de iluminación influyen negativamente en la calidad del aprendizaje debido a la incomodidad y al deterioro de la salud mental y física de los estudiantes. Además, las condiciones óptimas contribuyen positivamente a la calidad del aprendizaje al crear un entorno en el que los estudiantes se sienten más alerta y prestan más atención a la información presentada en la lección.
Así por ejemplo, la comodidad visual percibida puede ser influenciada positivamente con diferentes temperaturas de color correlacionadas de la iluminación. “La luz blanca cálida proporciona un entorno relajante y favorece la comunicación, y debería cambiar gradualmente a la luz blanca enriquecida con azul después de su uso prolongado durante la mañana para evitar la somnolencia y el adormecimiento en la clase. La aplicación de estas diferentes temperaturas de color correlacionadas imita el cambio natural de la luz del día durante el día y, por lo tanto, favorece el ritmo circadiano de los profesores y los estudiantes. La aplicación de un sistema de iluminación con una temperatura de color de 4000K en las aulas también puede influir positivamente en la capacidad de concentración. Aunque los sistemas de iluminación artificial son necesarios para crear las condiciones de iluminación óptimas para facilitar las actividades en clase, siempre se debe proporcionar a los estudiantes acceso a la luz del día para regular el ritmo circadiano de los estudiantes y el nivel de las hormonas del estrés, es decir, el cortisol”, se afirma en el estudio.
La tercera hipótesis, “cómo la calidad del ambiente interior influye en el rendimiento académico de los estudiantes”, se confirma de forma parcial. Por un lado, las pruebas disponibles que especifican la influencia de las condiciones ambientales interiores individuales o combinadas en el rendimiento académico a corto plazo de los estudiantes son suficientes para concluir que esas condiciones pueden influir positiva o negativamente en dicho rendimiento. Las condiciones óptimas del ambiente interior, en las que los estudiantes tuvieron un rendimiento óptimo, dependían de las tareas, con una preferencia por un entorno relativamente fresco, brillante y tranquilo y en un aire ambiente con bajas concentraciones de CO2. Sin embargo, por otro lado, la influencia hipotética de todos los parámetros de la Calidad del Ambiente Intenrio en el rendimiento académico a largo plazo de los estudiantes no se puede confirmar debido a la falta de pruebas. Por lo tanto, la influencia general del ambiente interior en el rendimiento académico de los estudiantes no puede determinarse todavía en su totalidad.