En los últimos años, la prevalencia de la miopía ha experimentado un crecimiento alarmante, anticipándose que para el año 2050, casi la mitad de la población mundial podría verse afectada. Este incremento no solo se caracteriza por un inicio más temprano y una progresión más rápida de la condición, sino también por una mayor severidad al estabilizarse la miopía. Frente a este escenario, se hace imperativo comprender los factores que contribuyen a este aumento, siendo el tiempo frente a las pantallas digitales uno de los aspectos que más pueden influir.
Una nueva investigación, cuyos resultados fueron publicados recientemente en la revista médica JAMA Network Open, ha hecho una revisión sistemática y un meta-análisis de la relación dosis-respuesta para evaluar cómo el tiempo de pantalla digital se asocia con el riesgo de desarrollar miopía.
El análisis mostró que cada hora adicional de uso de pantallas incrementa significativamente la probabilidad de desarrollar miopía. El aumento del riesgo es notable entre la primera y cuarta hora de exposición diaria, después de lo cual el incremento en el riesgo se vuelve más gradual, delineando una curva sigmoidea en la relación dosis-respuesta.

Miopía y pantallas digitales
El incremento anticipado en los casos de miopía se atribuye principalmente a factores ambientales prevalentes en sociedades urbanizadas, tales como el incremento en las actividades que requieren visión cercana y una disminución del tiempo pasado al aire libre.
Durante la última década, la adopción masiva de dispositivos digitales ha dado lugar a nuevas formas de actividades que implican la visión de cerca. En términos de investigación, el tiempo de pantalla digital se define habitualmente como el período de exposición a pantallas electrónicas, incluyendo teléfonos inteligentes, tabletas, consolas de videojuegos, computadoras y televisores, ya sea medido por dispositivo individual o en conjunto. Con los niños comenzando a usar dispositivos inteligentes a edades cada vez más tempranas y aumentando su tiempo frente a las pantallas, surge una necesidad urgente de entender mejor cómo el tiempo de pantalla digital está asociado con la miopía.
Para comprender mejor este fenómeno los investigadores se propusieron evaluar la asociación dosis-respuesta del tiempo dedicado a las pantallas digitales con el riesgo de miopía a través de una revisión sistemática de 45 estudios que involucraron a un total de 335 524 individuos.

Resultados obtenidos
Los investigadores, tras la realización de la revisión sistemática de todos los estudios, encontraron que cada hora adicional de tiempo diario de pantalla digital se asoció con probabilidades significativamente mayores de miopía, en concreto de en torno a un +21%.
Además, encontraron que esta asociación dosis-respuesta se caracterizaba por una curva sigmoidal, donde el riesgo de miopía aumentó significativamente de 1 a 4 horas de tiempo frente a la pantalla, para a partir de entonces aumentar de una forma más gradual. Para tiempos de exposición de hasta una hora al día, la asociación fue insignificante, sugiriendo un potencial umbral de seguridad de uso.
Al interpretar los resultados de este análisis, es crucial considerar que las probabilidades de miopía se evaluaron tomando en cuenta únicamente el tiempo de pantalla, sin incluir otras actividades de visión cercana como leer o escribir. Es probable que el uso conjunto de pantallas digitales y otras tareas de visión cercana influya en el riesgo de miopía, afectando la tendencia de la relación dosis-respuesta. Por ello, se “recomienda precaución al considerar el umbral de seguridad de una hora diaria de tiempo de pantalla”, detallan los investigadores en el Paper.

En relación con las edades, se encontró una una asociación significativa de miopía en todas las categorías de edad, sin diferencias estadísticas importantes entre los grupos. Sin embargo, variables como la prevalencia y progresión de la miopía, el grado de otras actividades de visión cercana, y los tiempos acumulados de exposición a pantallas podrían variar según la edad, lo cual puede haber influido en la heterogeneidad observada en los resultados del estudio.
Finalmente los investigadores observaron que las probabilidades de miopía eran significativamente más altas en los análisis que incluían el uso combinado de varios dispositivos digitales, comparado con aquellos que se centraban en un solo dispositivo. Esta diferencia podría deberse a que el tiempo total de pantalla a menudo se subestima cuando se suman múltiples dispositivos, resultando en un ratio más alto para la miopía a niveles de tiempo de pantalla comparables. Además, la interacción entre diferentes tipos de dispositivos y su uso concurrente podría aumentar el riesgo de miopía. No obstante, es importante manejar estos resultados con precaución, ya que los estudios variaron en cuanto a los tipos de dispositivos evaluados y no hubo uniformidad en cómo se midieron los resultados y en los tiempos de medición. Esta heterogeneidad puede afectar la fiabilidad de las conclusiones sobre la modificación del efecto observado.
En definitiva, este análisis proporciona una base sólida para futuras investigaciones y para el desarrollo de intervenciones dirigidas a mitigar la creciente epidemia de miopía. Al identificar un patrón dosis-respuesta y un umbral de seguridad, los resultados ofrecen una guía valiosa para limitar el tiempo de pantalla y promover hábitos visuales más saludables.

Puede acceder al paper completo de la investigación a través del siguiente enlace:
https://jamanetwork.com/journals/jamanetworkopen/fullarticle/2830598
Fuente de imágenes: Freepik-Unsplash. Imágenes procedentes de bancos de recursos que no pertenecen a la investigación.

