Cada avance en el ámbito de la medicina nos acerca a solucionar problemas antes considerados insuperables. Un claro ejemplo de ello, es un reciente avance médico presentado por científicos de la Universidad de Ottawa que representa toda una revolución en el campo de la reparación corneal. Los investigadores han utilizado un nuevo material activado por luz que es capaz de remodelar y espesar eficazmente el tejido corneal dañado, promoviendo su curación y recuperación.
La córnea, esa capa protectora y transparente que cubre el iris y la pupila, es esencial para nuestra visión. Desempeña un papel vital al dirigir y controlar los rayos de luz que entran al ojo, garantizando una visión clara. No obstante, lesiones o infecciones pueden causar cicatrices que comprometen su función.
Hasta ahora, el estándar para tratar enfermedades que adelgazan la córnea, como el queratocono, ha sido el trasplante. Sin embargo, este procedimiento no está al alcance de todos; de hecho, solo una pequeña fracción de los afectados a nivel global son candidatos a él. Pero esto podría cambiar gracias a la innovación que nos presentan estos investigadores.
Siguiendo principios biomiméticos, es decir, inspirados en la naturaleza, el equipo ha desarrollado un material activado por pulsos de luz azul de baja energía que puede ser inyectado directamente en la córnea. Este material, compuesto por péptidos cortos y polímeros naturales llamados glicosaminoglicanos, se inyecta en el tejido corneal tras crear quirúrgicamente una pequeña ‘bolsa’. Cuando se emite un pulso de luz azul de baja energía, el hidrogel inyectado a base de péptidos se endurece y forma una estructura tridimensional similar a un tejido en cuestión de minutos. En concreto, se convierte en un material transparente con propiedades similares a las medidas en córneas de cerdos.
El Dr. Emilio Alarcon, profesor asociado en la Facultad de Medicina de Ottawa, nos ofrece una visión realmente esperanzadora: «Nuestra tecnología representa un avance significativo en el campo de la reparación corneal. Estamos convencidos de que podría ser una solución práctica para pacientes con enfermedades que afectan la forma y geometría corneal, incluido el queratocono».
El proceso detrás de esta invención ha sido largo y riguroso. Ha llevado más de siete años perfeccionar la tecnología, desde la fuente de luz hasta las moléculas utilizadas. Pero el esfuerzo ha valido la pena. Los ensayos realizados en modelos animales indican que el hidrogel activado por luz podría engrosar las córneas sin efectos secundarios.
“Nuestro material se ha diseñado para captar la energía de la luz azul y provocar su ensamblaje in situ en una estructura similar a la córnea. Nuestros datos acumulados indican que los materiales no son tóxicos y permanecen durante varias semanas en un modelo animal. Prevemos que nuestro material permanecerá estable y no será tóxico en córneas humanas”, afirma el Dr. Alarcón, cuyo laboratorio de la uOttawa se centra en el desarrollo de nuevos materiales con capacidad regenerativa para tejidos del corazón, la piel y la córnea.
Aunque la investigación ha demostrado ser prometedora, aún queda camino por recorrer, ya que se requieren pruebas en modelos animales de mayor tamaño antes de considerar ensayos clínicos en humanos. El proyecto ha contado con el apoyo de diversos organismos y ha sido el resultado de un trabajo interdisciplinario. El Dr. Alarcón fue el autor principal del estudio y dirigió el aspecto del diseño de materiales de la investigación, mientras que el Dr. Marcelo Muñoz y Aidan MacAdam, de uOttawa, desempeñaron un papel importante en la creación de la novedosa tecnología. Entre los colaboradores interdisciplinarios se encontraban los científicos de la Universidad de Montreal Dra. May Griffith, experta en regeneración de la córnea, y Dra. Isabelle Brunette, experta en oftalmología y trasplantes de córnea.
En un mundo donde las enfermedades corneales afectan a decenas de millones, esta innovación representa una luz de esperanza. Mientras esperamos más avances y resultados clínicos, este logro ya marca un antes y un después en la manera de abordar las enfermedades corneales.
Puede acceder al paper de la investigación a través del siguiente enlace:
https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/adfm.202302721
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