En el corazón de Barcelona, el edificio diseñado por Antonio Coderch, uno de los pioneros de la arquitectura moderna española, ha sido objeto de una notable transformación. El Raset 29, originalmente concebido en 1973 dentro de un ambicioso plan urbanístico, ahora se presenta como un espacio coworking premium, adaptado para satisfacer las demandas contemporáneas de confort, funcionalidad y estética.
Clara Quintana y Tema Studio firman el interiorismo y el proyecto lumínico del proyecto de renovación. Inspirados en la filosofía de Coderch, los diseñadores han puesto especial atención en cómo la luz influye en la percepción del espacio y el bienestar de sus ocupantes.
En concreto, su aproximación a la luz en este proyecto ha tenido una doble lectura, desde el punto de vista funcional, pero también emocional, apoyándose en el concepto de Human Centric Lighting. Para ello, el equipo contó con la colaboración estrecha de LedsC4, compañía que lleva años diseñando y produciendo luminarias bajo esa premisa.
Se han abordado meticulosamente varios aspectos clave para optimizar el entorno de trabajo, tales como evitar una iluminación deficiente, minimizar los reflejos molestos en pantallas y suavizar la transición lumínica entre despachos privados y áreas comunes. Además, se ha priorizado el equilibrio entre luz natural y artificial junto con un eficaz aislamiento acústico, elementos esenciales para asegurar la privacidad que demandan los usuarios de este tipo de espacios coworking.
“La privacidad, la seguridad, la flexibilidad y la optimización son tan importantes como crear un buen diseño que perdure en el tiempo y permita que el mayor número de clientes lo sientan como suyo”, explica Clara Quintana.
Con todo esto en mente, Clara Quintana Studio y Tema Studio optaron por una iluminación técnica regulable que acompañara en todo el recorrido y experiencia del usuario. Este sistema unificado de iluminación se adapta a diversos ambientes y sus funciones específicas, desde despachos privados hasta áreas comunes. El objetivo ha sido lograr una coherencia estética deliberada, proporcionando el máximo confort en un ambiente de trabajo compartido.
En las áreas de trabajo, la iluminación se ha elegido en base a un criterio de confort y semejanza al ritmo circadiano, con adaptación del biorritmo a la iluminación natural exterior. Con este objetivo, tanto las zonas comunes como las oficinas están iluminadas con la solución Bento del LedsC4, diseñadas con efecto Dark Light, que oculta la fuente lumínica mediante unas celdas cuidadosamente estudiadas para potenciar el confort visual evitando cualquier contaminación lumínica residual.
“Así conservábamos la idea original de que las zonas comunes son una extensión de tu despacho. La colección Bento de LedsC4 resolvía todas nuestras necesidades y encajaba tanto en los despachos como en las salas de reuniones y zonas comunes, aportanto la flexibilidad y eficiencia que buscábamos”, apunta Quintana.
Además de la luz, otro elemento distintivo del proyecto ha sido el uso de la madera. Las puertas de los pasillos, realizadas a medida en madera de nogal por carpinteros expertos, no solo proporcionan una solución estética atractiva sino que también son una respuesta eficaz a la necesidad de aislamiento acústico. Este material no solo mejora la acústica del espacio sino que también hace eco del uso que Coderch hizo de la madera en la fachada del edificio, una decisión tanto funcional como estética.
Fuente de imágenes: LedsC4. Fofógrafo: Simone Marcolin