La crisis originada en Barcelona con las licencias VTC, que ha supuesto el cierre de actividades de plataformas de movilidad urbana como Uber y Cabify, va a tener un decisivo impacto negativo en el diseño futuro de soluciones inteligentes que intenten mejorar la vida de los ciudadanos de esa ciudad y la va a expulsar de la red europea de ciudades inteligentes, Smart Cities.
Esta es la principal conclusión de un estudio elaborado por el Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada en el que se señala que la forma en que se ha resuelto el conflicto de las licencias VTC en Barcelona, con la retirada de esas dos plataformas tecnológicas, tiene un alcance estratégico de consecuencias nefastas para el desarrollo futuro de políticas de movilidad urbana que beneficien al conjunto de los ciudadanos. Lo verdaderamente pernicioso de esta crisis, señala el estudio de movilidad ciudadana del Instituto, es el empeño de los dirigentes del taxi de reducir, restringir o limitar las posibilidades de uso que las plataformas de movilidad proporcionan a sus usuarios para eludir prestaciones que les puedan perjudicar. Transigir con esta pretensión supone anular las opciones de desarrollo urbano que proporciona la tecnología y retrasar décadas el reloj de cualquier intento por hacer ciudades habitables, precisa el estudio del Instituto Coordenadas.
La radicalización, violencia y desprecio por el desarrollo tecnológico, por parte de unos, y la cobardía y cortedad de miras, por parte de otros, va a anular cualquier intento de modernización ciudadana en un aspecto tan relevante como es el de la movilidad, vital para el buen funcionamiento de la ciudad y de todos los servicios urbanos, señala el estudio. Lo pernicioso de la crisis de la VTC no se limita a las posibles regulaciones de su funcionamiento respecto al servicio de taxi, sino al foco de negatividad que se ha puesto en las aplicaciones tecnológicas que sustentan el servicio VTC. El intento de reducir las prestaciones de las aplicaciones, de anular o hacer invisibles las ventajas que proporciona al usuario o de poner límites a su funcionalidad es más peligroso que cualquier medida puntual que se pueda aplicar para calmar esta crisis. Que el servicio de taxi ejerza su potencial de presión para que la tecnología asociada a la movilidad no se expanda con total plenitud y que esa situación sea asumida por los poderes públicos pone en jaque el futuro inteligente de ciudades como Madrid y Barcelona, concreta el estudio del Instituto.
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Si se mantiene un boicot al desarrollo de las tecnologías de movilidad, se pondrá en peligro todo el conjunto de soluciones de transporte urbano que existen en torno al carsharing, los scooter eléctricos, las bicicletas o patinetes que se sustentan en plataformas tecnológicas en los teléfonos móviles de los usuarios.
Dejar a Barcelona fuera del circuito europeo de ciudades inteligentes va a impactar en su desarrollo económico a medio y largo plazo, señala el Instituto Coordenadas en su estudio. Cientos de miles de ciudadanos europeos que desembarcan cada año en el aeropuerto de esa ciudad tienen descargadas en sus teléfonos las aplicaciones de las plataformas de movilidad que la actual crisis de las VTC ha puesto en jaque. ¿Qué imagen, qué percepción van a tener esos europeos, directivos empresariales en buena parte, sobre unas ciudades en las que las soluciones de movilidad a las que están acostumbrados no funcionan o están capadas?, se pregunta OSUR en su estudio. ¿Merecen la pena esas ciudades? Cómo se va a percibir la modernidad de Barcelona en el próximo Mobile World Congress en el que se van a exponer los avances de conectividad y movilidad asociadas a los vehículos, si las herramientas de esa movilidad están anuladas en los teléfonos que cada congresista tiene en su bolsillo. ¿Qué opciones de visibilidad y credibilidad tiene empresas automovilísticas como SEAT que presentan en este congreso sus plataformas de vehículos compartidos, en el foco de las iras de los taxistas?
En un futuro que está mucho más cerca de lo que se supone, la tecnología asociada a la movilidad urbana va a romper con los esquemas que un sector como el taxi se empeña en mantener inalterables. El Instituto Coordenadas señala un caso concreto, el de los vehículos autónomos, que en breve tiempo podrán realizar trayectos en ciudades como Madrid y Barcelona, que cuentan con inversiones millonarias por parte de grandes grupos multinacionales (Renault – Nissan – Mitsubishi – Google) y que van a liquidar buena parte de los criterios con los que ahora funciona el taxi, señala el estudio de movilidad ciudadana. ¿La presión del taxi acabará con las ventas de los vehículos autónomos en ciudades contaminadas y atascadas? ¿Vamos a seguir así? Se interroga el Instituto Coordenadas en su estudio.
Jesús Sánchez Lambás, Vicepresidente Ejecutivo del Instituto Coordenadas, asegura que “el futuro de ciudades como Madrid y Barcelona no se puede concebir sin el impulso tecnológico que aporte soluciones inteligentes para la vida de ambas ciudades. El conflicto de las VTC ha desvelado peligros latentes como cierta fobia a la innovación y la tecnología, que no podemos permitir que prosperen si buscamos una vida mejor para los ciudadanos”.
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