Desde hace un tiempo, se está produciendo un cambio en los métodos de enseñanza, que pretende romper con la manera clásica de aprender. Se está viajando de una realidad basada en la uniformidad académica, la superioridad de la figura del docente y la memorización, hacia un nuevo método de educación colaborativa que fomenta la creatividad, el aprendizaje gradual a través de la interacción y la integración de todos los componentes del aula en una estructura horizontal. Esta nueva manera de aprender requiere nuevos espacios que se adecuen a las necesidades que van surgiendo durante este proceso.
Las aulas flexibles son espacios que facilitan esta experiencia educativa, adaptándose a las distintas actividades que se desarrollan en el aula. Guían a los alumnos -dirigiendo su atención hacia un elemento determinado, ayudando a su activación o su relajación según el momento, etc.- y favorecen las relaciones entre ellos.
La iluminación, además de ser un elemento clave a tener en cuenta para generar un nivel de confort idóneo, es uno de los elementos con más impacto en la versatilidad de este tipo de aulas. Supone una herramienta que contribuye de manera fundamental a configurar espacios cambiantes adecuados para el desarrollo de una educación colaborativa que se caracteriza por el dinamismo, la proactividad y la interrelación.
Educación colaborativa y aulas flexibles
El Consortium for Renovating Education of Future (CoREF) propone una educación basada en la creatividad, la resolución de problemas de manera conjunta y el aprendizaje colaborativo. Estas nuevas metodologías de aprendizaje requieren nuevos espacios, las denominadas “aulas flexibles” o, en terminología de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), “hiperaulas”. El objetivo de este tipo de aulas es estructurar los espacios educativos de manera que funcionen como dinamizadores del cambio que propone la educación colaborativa.
Según el estudio “El aprendizaje cooperativo en el aula” de la ASCD (Association For Supervision and Curriculum Development), la disposición del aula es importante, destacando la eficacia del ambiente visual para alcanzar los objetivos que pretenden las aulas flexibles. Resulta especialmente importante en el fomento de la interacción, y señala tres herramientas principales para lograr el ambiente visual adecuado: colores, formas e iluminación.
Iluminación en aulas flexibles
La iluminación debe ser lo suficientemente versátil como para adaptarse a los diferentes programas educativos y actividades que esta aula flexible pueda albergar. Para ello debemos atender a varios aspectos:
- Asegurar el confort y la ergonomía visual para generar un entorno que fomente el bienestar de los alumnos y los profesores;
- Aportar soluciones flexibles que permitan que la iluminación se adapte a los cambios espaciales y de disposición del aula;
- Ofrecer una tecnología dinámica que se adapta a los requisitos cambiantes a lo largo del día y según la actividad concreta a desarrollar desde un punto de vista cognitivo, emocional y fisiológico;
Asegurar el confort térmico, acústico y lumínico en estos espacios es imprescindible para conseguir las condiciones ambientales óptimas para el proceso de aprendizaje. Además de los niveles de iluminancias (nivel de luz) en el plano de trabajo horizontal, también es necesario considerar las iluminancias verticales (teniendo en cuenta la iluminación en el plano vertical) y considerar la influencia de los materiales y acabados que conforman el espacio. Esto es especialmente importante cuándo se plantea una iluminación envolvente, a través de sistemas de iluminación directa e indirecta, como el caso de la Guardería Municipal la Morera.
El confort visual y la ausencia de deslumbramiento, también son elementos clave para mejorar el proceso de aprendizaje, ya que elimina elementos distractores y ayuda a centrar la atención tanto de los alumnos como de los docentes, asegurando las condiciones ambientales y de ergonomía visual óptimas. Para ello es necesario contar con luminarias con difusores técnicos que gracias a su sistema de lamas permite reducir el índice de deslumbramiento de una instalación (UGR). Por ejemplo, las luminarias Fil Tech o sistemas ópticos especialmente diseñados con el objetivo de reducir el deslumbramiento, como el difusor Opal Confort, que gracias a su lámina óptica permite un gran control de la distribución lumínica bajo una estética uniforme, como la luminaria Fil Opal Confort.
En las aulas, laboratorios o todas aquellas estancias donde los alumnos y docentes permanezcan de forma prolongada, es además muy conveniente utilizar luminarias catalogadas como exenta de riesgo fotobiológico RG0 según la norma UNE 62471. Esta norma evalúa el riesgo de daño ocular o dermatológico de una lámpara o luminaria, así como la priorización de iluminación indirecta, como es el caso de las familias Fil, Kombic o Plat entre otras.
La importancia de la iluminación en los espacios educativos es incuestionable sea cual sea el método de aprendizaje que se aplique. En las aulas flexibles, los cambios de actividad en el aula requieren una adaptabilidad por parte de esta, generando una atmósfera coherente con la experiencia docente en cada momento. Un sistema de iluminación adaptable a los cambios en la morfología espacial, como el sistema Nomadic, ofrece una solución lumínica que se adapta a las transformaciones espaciales, permitiendo la migración de particiones estáticas dentro del aula, hacia elementos móviles que permitan la construcción de espacios cambiantes, flexibles, capaces de satisfacer los múltiples y diversos requisitos según los objetivos y actividades de la educación colaborativa.
La iluminación dinámica permite la generación de itinerarios lumínicos, que modulan la luz en intensidad y temperatura de color. Así, la iluminación se convierte en un elemento que guía y acompaña al alumno desde un punto emocional y cognitivo.
Además, está relacionado con los ciclos circadianos de las personas y la manera en la que la iluminación afecta a nuestros biorritmos. Esto se produce de manera orgánica con la luz natural, y la iluminación artificial centrada en las personas también lo tiene en cuenta, influyendo positivamente a nivel fisiológico.
El cambio de paradigmas en la iluminación, que se sustenta en el desarrollo tecnológico, resulta especialmente eficaz y oportuno a la hora de iluminar aulas flexibles. Las tecnologías Wellbeing y multiespectral permiten ofrecer una iluminación integradora que tiene en cuenta aspectos visuales y no visuales. Es decir, que atienden al bienestar físico, anímico y emocional de las personas a través de la optimización de su espectro lumínico. Este nos permite aportar una iluminación artificial más similar a la luz natural en cuanto a sus beneficios de cara a la sincronización circadiana y dinamismo.
Esta iluminación es dinámica e integradora, dos aspectos fundamentales en las aulas flexibles, donde tanto el espacio como las personas que lo integran están en constante evolución.
Autor: Departamento de Marketing Lamp