En el distrito londinense de St. James, el nuevo restaurante Claro combina arquitectura histórica y diseño contemporáneo mediante una cuidada integración lumínica. El proyecto de DLSM Studio recurre a las luminarias Array, suspendidas sobre el espacio principal, para articular la altura y el volumen del salón con una presencia equilibrada que contribuye al confort visual y la atmósfera del conjunto.
Un contexto arquitectónico con identidad propia
El restaurante se ubica en el histórico edificio de Waterloo Place, una construcción de carácter institucional que en el pasado albergó una entidad bancaria. Su fachada neoclásica y su interior de doble altura imponen un marco arquitectónico que condiciona cualquier intervención posterior.
Lejos de ocultar esa herencia, DLSM Studio decidió conservar los elementos originales —molduras, cornisas y la barandilla de hierro forjado— integrándolos en un diseño interior contemporáneo donde predominan materiales nobles como la madera natural, el cuero, el acero y los tejidos cálidos. Esta convivencia entre lo antiguo y lo nuevo configura una atmósfera equilibrada, capaz de reflejar tanto el carácter del edificio como la personalidad actual del local.
Desde el punto de vista del diseño lumínico, esta dualidad suponía un desafío: mantener la escala monumental del espacio sin que la iluminación resultase invasiva o desproporcionada. La respuesta llegó con una solución suspendida, ligera y adaptable.
Las luminarias Array: proporción y equilibrio
El espacio central del restaurante, caracterizado por su notable altura, planteaba la necesidad de introducir un elemento capaz de conectar visualmente las cotas superiores e inferiores del recinto. Para resolver este reto, DLSM Studio incorporó las luminarias Array, una creación del diseñador Umut Yamac, concebidas para funcionar simultáneamente como estructura y fuente de luz.
Cada luminaria se compone de aros de aluminio unidos mediante finos hilos tensados, configurando una geometría cilíndrica ligera que genera la sensación de un volumen suspendido en equilibrio. Esta construcción, casi imperceptible, permite que la pieza mantenga una presencia visual contenida, pero con una clara función espacial.
La luz emitida combina iluminación descendente e indirecta ascendente, lo que contribuye a una distribución uniforme y a una lectura tridimensional del espacio. Mientras la luz descendente define el plano de las mesas y refuerza la sensación de cercanía, la luz ascendente suaviza la percepción de altura y realza los detalles arquitectónicos del techo, logrando una atmósfera equilibrada y confortable.
Las tres luminarias instaladas se fabricaron a medida para adecuarse a las proporciones del local. La posibilidad de personalizar tanto el diámetro como la altura de suspensión permitió ajustar su escala a la arquitectura existente, sin interferir con las líneas de visión ni con los elementos patrimoniales del techo.
Desde las alturas, la silueta diseñada por Yamac proyecta una luz suave y envolvente que define el carácter del espacio sin imponerlo. Los hilos tensados entre los aros crean una estructura casi etérea, que dialoga con la iluminación para aportar ligereza visual y coherencia con el entorno arquitectónico.
La forma cilíndrica de las luminarias, en sintonía con las curvas de los arcos y ventanales del edificio, refuerza la integración entre diseño y contexto. Su tonalidad neutra y su materialidad metálica se combinan con los acabados naturales del interior —madera, cuero y acero—, contribuyendo a una estética industrial refinada que contrasta con los elementos estructurales históricos.
El resultado es un conjunto equilibrado, donde la iluminación actúa como mediadora entre pasado y presente, aportando orden y coherencia sin saturar el ambiente. Las luminarias Array se integran de forma natural en la arquitectura, configurando un escenario interior que transmite continuidad y permanencia, como si siempre hubiera formado parte del espacio.
Créditos:
- Proyecto: DLSM Studio
- Fotografía: Stevie Campbell