Científicos Japoneses acaban de hacer pública una nueva investigación donde aprovechan la iluminación artificial de ambientes interiores para la alimentación y carga de dispositivos electrónicos de baja potencia, incluso en condiciones de poca luz.
Los aparatos y dispositivos electrónicos son cada vez más indispensables en nuestras vidas, pero estos tienen baterías que necesitan ser recargadas haciendo que la pesada rutina de carga se esté convirtiendo en una lucha por encontrar el enchufe libre o el llevar dispositivos externos que nos permiten tener unas pocas más horas de uso. Ante este escenario, y el que nos espera con el despliegue del Internet de las Cosas, se están buscando alternativas para facilitarnos las vida.
Una de las ideas más recurrentes es el utilizar la energía solar para la carga de todos estos dispositivos. Pero el problema es que en muchos casos estos se encuentran en ambientes interiores lejos de la luz del sol o, en el mejor de los casos, solo pueden cargarse durante unas determinadas horas. Es por ello que los investigadores japoneses se han planteado el usar la iluminación artificial presente en todos los ambientes interiores (hogares, oficinas, escuelas, tiendas, etc) para cargar los dispositivos electrónicos. Para ello Ryota Arai, Takuma Yasuda, investigadores de la Universidad de Kyushu, recurrieron a la energía fotovoltaica orgánica (OPV), que es liviana, flexible y transparente.
Los sistemas fotovoltaicos orgánicos (OPV) que se desempeñan de manera más eficiente en condiciones de iluminación artificial en interiores que en condiciones de luz solar atraen un interés cada vez mayor, ya que pueden servir como recolectores de energía ambiental para alimentar dispositivos electrónicos de baja potencia y dispositivos portátiles para el Internet de las cosas.
Para determinar la mejor configuración de la OPV, los investigadores probaron semiconductores orgánicos de molécula pequeña que parecían tener características prometedoras para la recolección de luz ambiental. Las OPV basadas en la pequeña molécula llamada BDT-2T-ID superaron a otros dispositivos similares, incluso uno basado en tecnología solar de silicio. Un conjunto de seis de estos dispositivos conectados en serie podría producir aproximadamente 4 voltios con iluminación tenue para alimentar microsensores.
Todavía es neceario mucha investigación para ampliar y desarrolla esta técnología, pero el equipo dice que algún día podría ser una forma viable de alimentar los dispositivos inalámbricos en toda la sala.
La investigación ha sido financiada por Japan Society for the Promotion of Science.