El Real Zaragoza ha presentado a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) su anteproyecto para la construcción del nuevo estadio de La Romareda con el que presentarse al concurso público de la ciudad.
El anteproyecto, que ha sido elaborado por la firma de arquitectura IDOM y dirigida por el arquitecto César Azcárate, ha tenido que presentarse ahora, a pesar de que el concurso municipal se encuentra abierto hasta septiembre, ya que el 12 mayo era la fecha límite fijada por la RFEF para presentar la documentación requerida a las sedes aspirantes a la candidatura de Mundial de 2030.
La esencia del nuevo estadio, presentado en este anteproyecto, parte de una de las características más marcadas de Zaragoza y de la región: el viento. Se plantea así un estadio icónico de diseño arquitectónico vanguardista, moldeado por el Cierzo, viento singular del entorno geográfico aragonés.
El propio estadio, y sobre todo la cubierta, se forjan por el viento como elementos dinámicos y fluidos que harán del nuevo estadio de La Romareda uno de los recintos deportivos más identificables y reconocibles de Europa. La cubierta se materializa, por tanto, como un elemento aerodinámico, que expresa movimiento al igual que el viento. Además, es el resultado de cubrir toda la superficie del graderío y se prolonga hacia el exterior buscando los límites del contorno del edificio de manera que crea bajo esta parte un paseo de 360º desde el que se pueden contemplar unas extraordinarias vistas de la ciudad y del interior del estadio.
Lo que de día será una fachada serena, de noche se convertirá en un elemento vibrante y dinámico, gracias a la luz que incidirá en la doble piel del edificio y en la cubierta, creándose así una atmósfera única en el interior y proyectando al exterior el ambiente de un gran estadio.
En la comparecencia de prensa en la que fue presentado el anteproyecto participaron el director general ejecutivo del Real Zaragoza Raúl Sanllehí y el director de Sports&Events en IDOM César Azcárate. El arquitecto quiso recalcar la singularidad del edificio y su inspiración, además de la integración con el entorno urbanístico:
“Fijándonos en los flujos del Cierzo, hemos erosionado el estadio y la cubierta modelándolos como elementos fluidos y dinámicos. La pieza se deforma dibujando formas cóncavas en las zonas norte y sur del volumen, dotando de una mayor amplitud al espacio urbano, y formas convexas en las zonas este y oeste, mostrándose a la plaza de Eduardo Ibarra y al Paseo de Isabel la Católica”.
La construcción se llevará a cabo en diversas fases, haciendo posible en todas ellas que el Real Zaragoza dispute sus partidos asegurando la máxima capacidad posible de asistencia para animar al equipo y mantener el entusiasta ambiente que generan nuestros aficionados.
Dentro del estadio, que verá ampliado el aforo de La Romareda actual hasta 42.500 espectadores para cumplir con la normativa FIFA de cara a ser una de las sedes del Mundial 2030, se han proyectado dos anillos de gradas principales para público general, donde también habrá una amplia oferta de áreas VIP: desde zonas para público premium en planta primera, zonas de palcos VIP y palco presidencial en planta dos, hasta ‘Pitch Club’ con vistas al túnel de jugadores. Todo el graderío está ideado de manera compacta y lo más cercano posible al terreno de juego para crear una atmósfera envolvente y un ambiente inigualable creado gracias a la afición zaragocista.
Fuente de imágenes: Real Zaragoza – IDOM