ANFALUM concedió una interesante entrevista a Smartlighting para hacer una valoración de la situación actual del sector. Su presidenta, Pilar Vázquez, que ya lleva un año al frente de la asociación, y Alfredo Berges, su director general desde los inicios de ANFALUM, valoraron la fuerza de las empresas españolas en su afán de internacionalización, destacaron al LED como una tecnología que aún tiene un largo camino por recorrer y ensalzaron la calidad de la industria española frente al producto de baja calidad que está perjudicando al sector.
En unos meses cumplirá un año de presidencia en la asociación que engloba a las empresas españolas y multinacionales más importantes en el sector de la iluminación. ¿Cuál es su valoración de este tiempo?
Ha sido un año complicado para todo el entorno económico y muy especialmente para el sector de la iluminación, ya que depende en gran medida del sector público y como todo el mundo sabe la inversión ha sido muy pequeña. Por eso, desde ANFALUM creemos que es en estos momentos cuando el asociacionismo tiene su mayor valor, ya que podemos ayudar a nuestros asociados en su labor de exportación, y convencer a los organismos oficiales de que el sector de la iluminación tiene nuevos productos que pueden ofrecerles buenos ahorros con pequeñas inversiones y amortizaciones rápidas.
¿Cuáles son los principales ejes de la hoja de ruta de ANFALUM para los próximos años? Como te comentaba, una de nuestras labores fundamentales es la ayuda para la internacionalización de las empresas. Tenemos la suerte de que el producto español es un producto muy bien visto en cualquier parte del mundo, y muy especialmente en Latinoamérica, tanto por las implicaciones culturales como porque va acompañado de certificaciones europeas muy estrictas.
Por otro lado, el segundo gran eje de la asociación es contribuir a la mejora de la calidad técnica de nuestros productos e intentar que los que no cumplen las expectativas mínimas requeridas sean retirados del mercado para que no intoxiquen al alumbrado español, que es de muy buena calidad.
¿Cómo calificaría el momento que está atravesando el sector de la iluminación en España? Se podría analizar por dos lados. De una parte, el sector ha sufrido bajadas de ventas superiores al 50% y las empresas han tenido que adaptarse con nuevos productos y con la internacionalización. Por otro lado, nunca hemos vivido un cambio tecnológico tan importante como el que estamos viviendo en estos últimos años. Creo que con un pequeño empujón de la economía, este sector será uno de los que antes se recuperará.
¿Cuáles son los principales retos a los que deberá hacer frente la industria de la iluminación? ¿Está habiendo un cambio de “Status Quo”, tal y como por ejemplo ha ocurrido con la telefonía, con la entrada de nuevos actores? En este caso, también hay dos partes. De un lado hay un grupo de empresas que vienen del mundo de la electrónica que están implementando soluciones LED, que tienen una gran calidad y saber hacer, y que poco a poco van aprendiendo los entresijos del mundo de la iluminación, pero por otro lado hay oportunistas que en muchos casos son importadores que están trayendo productos de una calidad bastante baja, y que están perjudicando tanto al sector como a los usuarios.
Uno de los factores que ha atenuado la caída del mercado de la iluminación es el crecimiento de las exportaciones. ¿Qué nivel de internacionalización han alcanzado ya nuestras empresas? ¿Hay mucho margen de crecimiento en este ámbito? Sí. Queda mucho margen de crecimiento en las exportaciones de las empresas del sector. Ya antes de la crisis, muchas empresas estaban saliendo al exterior con lo cual no les ha sido tan complicado.
En cuanto a las empresas básicamente españolas «no multinacionales», están exportando entre el 35 y el 40% de su producción con recursos muy limitados, lo que da una idea de su grado de profesionalización.
¿Cuáles son los principales países, con posibilidades de desarrollo de negocio para las empresas españolas? Desde luego Europa por cercanía, y Latinoamérica, porque es un mercado natural por su cultura y su idioma, que reciben muy bien la normativa europea. Aunque no sólo debemos basarnos en Latinoamérica, ya que por ejemplo Oriente Medio y Rusia son dos zonas muy interesantes con un gran potencial.
Para Alfredo Berges, director general de ANFALUM, la clave para poder abordar esos mercados es la calidad de los productos por encima del precio, y la visión de conjunto desde la Smart lighting junto con otras tecnologías que forman parte de las Smart cities, el vehículo eléctrico y las smart grids. Si tenemos un proyecto detrás en el que nos exigen calidad, no tenemos ningún problema para abordarlo, sin embargo cuando nos exigen precio tenemos más dificultades, obviamente.
Algunos grandes fabricantes han anunciado que en los próximos años se acercarán a que su producción total sea bajo tecnología LED. ¿Está la tecnología LED, madura? Está madura pero todavía madurará más. Es difícil saber hasta dónde va a llegar. Es cierto que todos los fabricantes estamos desarrollando en esa línea de producto, sin embargo pese a las bondades eficientes del LED hay que tener en cuenta que no en todos los casos es lo más adecuado. Hay todavía tecnologías tradicionales a las que aún les queda mucho recorrido, pero nos cuesta convencer al mercado, que prefiere las nuevas tecnologías por definición. Por ejemplo, en alumbrado exterior hay tecnología con rendimientos altísimos que está costando introducir aunque no están ni mucho menos obsoletas. Pero definitivamente el futuro va por ahí.
Para Berges, la llegada incontrolada del LED de importación ha perjudicado claramente a los fabricantes españoles, que según explica el director general de ANFALUM, se han autorregulado con la eliminación por etapas de las lámparas incandescentes por un criterio de eficiencia energética, eliminando incluso líneas de producción enteras que aún tenían una larga vida útil. Este proceso altamente costoso no se ha visto beneficiado por la Administración que no ha evitado la importación de productos sin un control técnico adecuado. Reclamamos poder competir en igualdad de condiciones.
Nos han obligado a correr mucho con el LED.
Lo que ha ocurrido es, que mientras en Europa se estaba investigando sobre las mejores opciones para desarrollar el LED y obtener un producto con una calidad lumínica excelente, en Asia se empezaron a comercializar productos LED de dudosa calidad que se importaron a España por la demanda de los instaladores. Para contrarrestar ese influjo negativo los fabricantes españoles nos hemos visto obligados a correr y a sacar ese producto al mercado en unas circunstancias y en un momento que no eran los que esperábamos.
En materia de tecnología lumínica, ¿Qué nos queda por ver? ¿En qué línea se moverán los avances futuros en su opinión?
Actualmente la Unión Europea está investigando bastante la línea de las SSL (Solid State Lighting), que engloba a la tecnología LED, y creemos que es la línea de futuro, junto con las tecnologías OLED, Láser, …. pero sobre todo hay que tener en cuenta que la electrónica y la automatización son la base para el control tanto de la potencia de nuestras luminarias como de su uso y vida útil.
¿Cómo puede contribuir la iluminación al ahorro energético? El sector de la iluminación es un sector que se ha autorregulado. Primero con la desaparición de las líneas de fabricación de las incandescentes de más de 100W, después con la desaparición total de la incandescente, lo que ha contribuido a la mejora de la eficiencia energética y del medio ambiente. En cuanto al ahorro energético, teniendo en cuenta que el consumo estimado en iluminación en España es de un 15% del total, es decir, unos 3.900 GW/h, y que utilizando tecnologías de reducción de consumo se puede conseguir un 50%, estaríamos hablando de un 7,5% del total del consumo que representa unos 1.900 GW/h de ahorro.
No obstante, hay que tener en cuenta que la iluminación no busca el ahorro sino la máxima calidad con la mayor eficiencia. Si al confort que representa una buena calidad de iluminación le incluyes un buen ahorro energético, estamos consiguiendo la cuadratura del círculo.
En este sentido ANFALUM denuncia el mal uso que están haciendo los ayuntamientos del alumbrado público reduciendo sistemáticamente el encendido para ahorrar en la factura de la luz, provocando inseguridad en el viandante y duplicando el índice de siniestrabilidad de las vías públicas por falta de alumbrado. Lo más importante no es la cantidad de luz sino la uniformidad de la luz en el espacio que se quiere iluminar. Una iluminación parcelada es muy perjudicial para el ojo humano.
En cambio, ANFALUM propone un correcto dimensionado de las instalaciones para contribuir a la correcta eficiencia energética, así como un control digital del consumo de las instalaciones. Afirman, que a pesar de que las instalaciones de iluminación vial cuentan con cuadros de control, el 40% de estos están «puenteados», y por tanto sus instalaciones no funcionan correctamente para determinar el gasto correcto.
Como sabe, Smartlighting es un nuevo medio de comunicación online, para profesionales del sector de la iluminación, que nace con el objetivo de ofrecer información rigurosa y de calidad aportando las claves del sector. ¿Qué le parece esta iniciativa?
Para nosotros es una ayuda fundamental. Estamos encantados con este tipo de iniciativas. Todo lo que suponga la publicación de información seria y fiable en el mercado de las nuevas tecnologías para la iluminación, y los mejores modos de realizar las instalaciones, es fundamental. Nosotros podemos llegar hasta un cierto punto, pero cuanta más ayuda tengamos, muchísimo mejor. ANFALUM trata de proteger la calidad de la iluminación mediante cursos de formación destinados al profesional, y no queremos ser una voz que clama en el desierto. Por eso necesitamos apoyos por todos los sitios. Si estas iniciativas son serias e informan de qué productos y tecnologías son las más adecuadas, para nosotros sois una ayuda fundamental.
ANFALUM, es la Asociación Española de Fabricantes de Iluminación que representa cerca de 80 compañías de la industria de la iluminación a nivel nacional, que aglutinan el 0,16% del PIB español con una facturación alrededor de los 1.500 millones de euros,