El Puente de Brooklyn, esa majestuosa estructura que ha cautivado a neoyorquinos y visitantes por más de un siglo, ha recibido un importante regalo de Año Nuevo: una renovación lumínica que combina estética, eficiencia energética y sostenibilidad.
El proyecto de renovación de la iluminación ornamental del Puente de Brooklyn es parte de los esfuerzos del Departamento de Transporte de Nueva York (NYC DOT) para preservar este querido hito mundial, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El puente, con su característico estilo neogótico, está construido con piedra caliza, granito y cemento. Este año, este Departamento completará un proyecto de cuatro años y 300 millones de dólares para limpiar meticulosamente décadas de suciedad y hollín dañinos de cada piedra del puente, restaurar el mortero entre cada piedra y devolver las famosas torres del puente a su color gris claro original.
La actuación ha consistido, por tanto, en dotar de nuevo alumbrado LED las dos torres laterales del puente, que sirven de anclaje para sus icónicos e increíbles arcos. El nuevo sistema de iluminación está formado por 56 nuevos equipos LED que iluminarán las torres del puente, sumando todo ello una inversión total de unos 2,4 millones de dólares, tardando cinco meses en instalarse.
La última vez que se iluminaron las torres del puente fue para su celebración del centenario en 1983. Las 166 luces de collar en sus cables fueron convertidas a tecnología LED por el departamento de transporte en 2021.
“El puente de Brooklyn es uno de los puntos de referencia más preciados de Nueva York, reconocido en todo el mundo como un símbolo de nuestra ciudad. El nuevo sistema de iluminación LED demuestran el poderoso compromiso de la ciudad de Nueva York con la sostenibilidad, así como la capacidad de nuestros edificios y sitios históricos para evolucionar para satisfacer las necesidades modernas y contribuir a una ciudad más ecológica en los próximos años», declaró la presidenta de la Comisión de Preservación de Monumentos Históricos, Sarah Carroll.
Un icono americano
Construido a partir de 1869 y completado en 1883, el Puente de Brooklyn fue en su momento el puente colgante más largo del mundo. Su diseño incorporaba entonces servicios de tranvía y hoy aloja tráfico vehicular, un paseo peatonal y carriles para bicicletas, utilizados diariamente por 120.000 vehículos, 30.000 peatones y 4.000 ciclistas. Hecho de piedra caliza, granito, ladrillo, acero y cemento, el puente ha sido un testigo silencioso del desarrollo y la historia de Nueva York que ahora brilla con la última tecnología de iluminación.
Además de mejorar la apariencia del puente, la nueva iluminación juega un papel importante en la integración del monumento con el tejido urbano de Nueva York. La iluminación no solo realza la belleza del puente, sino que también mejora la seguridad y la accesibilidad para peatones y ciclistas.
«El puente de Brooklyn es tan emblemático como cualquier otra celebridad neoyorquina, y ahora por fin recibe la atención que merece. La nueva iluminación es eficiente desde el punto de vista energético y mantiene el buen aspecto del puente. Agradezco al Departamento de Transportes sus esfuerzos por preservar y cuidar este monumento emblemático de Brooklyn», declaró el senador estatal Andrew Gounardes.
Fuente de imagenes: Departamento de Transporte de Nueva York (NYC DOT)