La ciudad de Torredembarra en Tarragona ha venido implementando a lo largo de los últimos años un plan de ordenación urbanística para aumentar las zonas verdes, plazas y zonas peatonales de la ciudad, priorizando los peatones y las bicicletas frente a los vehículos de motor. Uno de los proyectos más recientes llevados a cabo por el ayuntamiento de la localidad ha sido la remodelación tanto urbanística como lumínica, de la Plaça Catalunya, una plaza ubicada en la confluencia de cuatro calles por las que circulaban vehículos.
Debido a sus características, este espacio funcionaba más como una rotonda que como una zona de ocio, ya que la superficie utilizable se encontraba en el centro y estaba rodeada por la calzada. Además de su difícil acceso, este espacio urbano aumentaba el riesgo para aquellos que deseaban acceder o salir de la plaza, especialmente para gente mayor y niños/as.
Ante esta situación, el ayuntamiento de Torredembarra, decidió reurbanizar la plaza para crear un auténtico espacio de disfrute, fácilmente utilizable y protegido del tráfico rodado. Para conseguirlo, el proyecto, redactado por el arquitecto Xavier Mercadé, eliminó la conexión entre dos de las cuatro calles que convergen en el cruce. Esta intervención posibilitó aumentar la superficie destinada a peatones y conectar el espacio circular central con la acera perimetral. Aunque se mantuvo el aspecto de rotonda de la plaza, se incrementó significativamente su tamaño con unas aceras lo suficientemente anchas para la colocación de terrazas y paso para las personas. También se realizó un cambio en la pavimentación con la creación de un solo nivel que permitiera la conexión entre los desplazamientos a pie.
A parte de la remodelación urbanística, el ayuntamiento también decidió actualizar el alumbrado, contando para ello con Carandini y sus soluciones Spin y C-line.
Anteriormente, había instalados báculos de nueve metros con luminarias a mucha altura y con mucha potencia. Una tecnología obsoleta, contaminante y poco eficiente que ofrecía una sobre iluminación del espacio y un mal reparto de la luz, afectando a los vecinos que vivían en los edificios colindantes.
Para solventar esta situación y modernizar la estética de la plaza, se instalaron nuevos puntos de luz LED modelo Spin en columna cilíndrica de cinco metros. Se combinó con columnas modelo Nikolson también de cinco metros de altura, montadas con la luminaria ambiental LED C-line.
Se disminuyó la altura de las columnas de nueve a cinco metros para crear un espacio más humano, solamente con la luz necesaria y sin la obligación de tanta potencia. Asimismo, se decidió que ambos puntos de luz tuvieran una temperatura de color de 2200K para crear un entorno más acogedor y propicio para el bienestar de los residentes,
“Pese a los diferentes desafíos que tuvimos, el proyecto de renovación del alumbrado de Plaça Catalunya ha sido todo un éxito. Se han conseguido unos niveles de uniformidad excelentes de 0,76% y un ahorro energético del 70%. También se ha eliminado la luz intrusa y se ha apostado por una temperatura de color cálida que respetara los ritmos circadianos de las personas”, explica Joan Vieito, Sales Manager del proyecto.
Vicenç Ruiz, técnico del ayuntamiento de Torredembarra, ha añadido “Estamos muy contentos con los resultados obtenidos. Se ha conseguido dar prioridad al peatón ante los coches sin vetar la entrada de vehículos. Hemos reordenado el tráfico para reducir las emisiones y las partículas en suspensión y mitigar la contaminación acústica, creando un espacio más seguro, acogedor, cálido y agradable para el uso residencial”.
Imágenes: Carandini