En la localidad costera de Sitges, una vivienda unifamiliar se convierte en escenario para explorar las posibilidades de la luz como elemento emocional y estructural del espacio. La interiorista Cristina Casals ha seleccionado la colección Algorithm para resolver la iluminación de dos ambientes clave de esta residencia.
Se trata de un proyecto de interiorismo que mantiene una estrecha coherencia con la arquitectura, en el que la luminaria diseñada por Toan Nguyen articula distintas escenas lumínicas: de día, funciona como una presencia escultórica, sutil y ligera; al anochecer, se transforma en un elemento sensorial que envuelve el entorno con una luz cálida y atmosférica.

Coherencia arquitectónica y tratamiento de la luz
El proyecto de interiorismo, que abarca la planta principal y el área exterior de la vivienda, responde a una lógica de integración total con la arquitectura existente. El lenguaje horizontal de las fachadas y el uso extensivo de piedra natural –presente tanto en el exterior como en los paramentos interiores– condicionan la elección de texturas, colores y soluciones lumínicas.
Aprovechando la ubicación privilegiada de la casa frente al mar, el diseño se apoya en una combinación meticulosa de luz natural y artificial. Durante el día, los grandes ventanales y la orientación del volumen permiten la entrada generosa de luz solar, generando contrastes suaves que realzan la materialidad del conjunto. Por la noche, el sistema de iluminación artificial asume un papel protagonista, adaptándose a diferentes usos y estados de ánimo sin perder coherencia con el conjunto arquitectónico.
“En este proyecto he buscado una iluminación que vaya más allá de lo funcional y aporte una sofisticación y calidad adicionales, con las que se crean diferentes escenas de luz que se adaptan a cada deseo y momento”, añade la diseñadora, que ha elegido Algorithm para iluminar dos de los espacios más icónicos de la casa.

Escenarios dinámicos en la zona de estar
En el living, Casals opta por una instalación compuesta por cinco esferas suspendidas a distintas alturas, pertenecientes a la colección Algorithm. Esta configuración, lejos de imponer un gesto visual dominante, busca el equilibrio entre el carácter escultórico de la luminaria y la contundencia de los volúmenes adyacentes, como los elementos de la cocina contigua.
Durante las horas diurnas, la instalación mantiene un rol decorativo silencioso, funcionando como una escultura aérea que se integra sin esfuerzo en el entorno. Al caer la noche, el mismo objeto se transforma: la temperatura de color cálida y la distribución difusa de la luz generan una atmósfera envolvente que redefine el carácter del espacio. Esta transición entre día y noche evidencia una voluntad proyectual clara: convertir la iluminación en un agente activo del espacio doméstico.

Intervención sutil en el área privada
Para el dormitorio principal, el enfoque cambia. La suite, articulada en torno a un volumen central que organiza las distintas funciones, incorpora dos unidades individuales de Algorithm, suspendidas a ambos lados de la cama.
A diferencia de la instalación del salón, aquí prima la ligereza visual: las luminarias apenas se perciben durante el día, pero emergen con claridad en las horas nocturnas, ofreciendo una iluminación suave que favorece la relajación y el descanso.

Diseñada por Toan Nguyen para Vibia, la colección Algorithm se compone de luminarias colgantes configurables a distintas alturas, lo que permite su adaptación a una amplia variedad de entornos arquitectónicos. Ya sea agrupadas para formar volúmenes o superficies onduladas, o instaladas de manera individual, estas piezas ofrecen flexibilidad compositiva para desarrollar soluciones lumínicas ajustadas a las características específicas de cada espacio.
“No es la primera vez que trabajo con Vibia y seguiré haciéndolo en próximos trabajos”, añade Casals, que ya tiene entre manos otro proyecto que incorpora la Array XL en un doble espacio que, según ella misma afirma “quedará espectacular”.

Créditos del proyecto:
- Interior Design: Cristina Casals
- Fotografía: Txus García

