La reciente 9ª Conferencia Anual Global sobre Eficiencia Energética en Nairobi ha marcado un hito importante en la lucha contra el cambio climático, enfocándose en la necesidad urgente de duplicar las tasas de eficiencia energética a nivel mundial. Este evento, que congregó a más de 500 participantes de 60 países, destacó la importancia crítica de implementar medidas efectivas y sostenibles a nivel global.
Pese a que la meta de duplicar la eficiencia energética para 2030 parece ambiciosa, es esencial entender los desafíos y oportunidades que presenta. Según análisis de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), lograr un progreso anual del 4% en la intensidad energética global es un desafío considerable, aunque factible. Históricamente, el 90% de los países han alcanzado esta tasa al menos una vez en la última década, lo que proporciona un precedente alentador.
El contexto africano, y en particular el liderazgo de Kenia, es fundamental en este proceso. Al ser el primer país africano en acoger esta conferencia, Kenia subraya la relevancia del continente en la transición energética global y su papel en la promoción de la eficiencia energética.
Durante los dos días, los líderes de eficiencia energética compartieron sus perspectivas sobre las mejores prácticas en términos de políticas, regulaciones, incentivos y esquemas de información que han impulsado el progreso en las tendencias globales de la eficiencia energética.
Además de los líderes gubernamentales, una fuerte representación del sector privado en la conferencia llevó a centrarse en los pasos que las empresas y la industria están tomando, y en los marcos de políticas habilitadores necesarios para que apoyen el progreso hacia el objetivo de duplicación.
Los participantes también destacaron una serie de acciones sectoriales que serán clave para facilitar la inversión a mayor escala y la financiación de medidas de eficiencia energética:
Tecnología y políticas: claves para la eficiencia
La implementación de tecnologías avanzadas juega un papel crucial. Las inversiones en tecnología moderna, como sistemas de gestión energética inteligente y soluciones de automatización, son esenciales para mejorar la eficiencia en sectores clave como el industrial, el de transporte y el residencial.
Además, las políticas y regulaciones adecuadas son indispensables para fomentar un entorno propicio para estas mejoras tecnológicas. Durante la conferencia, se destacó la importancia de los marcos normativos que faciliten a las empresas y la industria adoptar prácticas más eficientes. Incentivos, como subsidios y créditos fiscales, así como esquemas de información clara, pueden acelerar significativamente la adopción de tecnologías eficientes.
Integración de las Energías Renovables
Un aspecto crucial discutido fue la integración de las energías renovables en los sistemas energéticos, facilitada por la eficiencia energética. Esta sinergia es vital para la transición hacia emisiones netas cero de gases de efecto invernadero para 2050. Optimizar el uso de la energía no solo reduce la demanda total, sino que también permite una mayor proporción de fuentes renovables en la matriz energética, contribuyendo a una mayor seguridad energética y sostenibilidad.
Inversión y Financiamiento
La financiación sigue siendo un obstáculo significativo, especialmente en economías emergentes y en desarrollo. La conferencia enfatizó la necesidad de desbloquear inversiones y superar barreras financieras para la eficiencia energética. Es fundamental una coordinación efectiva entre gobiernos, bancos de desarrollo multilaterales, el sector privado y la sociedad civil para movilizar recursos necesarios.
Hacia una Implementación Ambiciosa
Finalmente, la conferencia instó a los gobiernos a incluir o fortalecer objetivos de eficiencia energética en las próximas Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDCs), manteniendo el impulso desde la COP28. Además, se reconoció la importancia de pasar de un compromiso global a un plan de acción concreto que incluya la demanda energética dentro de la planificación de la transición energética de cada país.
La AIE se comprometió a continuar su trabajo proporcionando análisis, asesoramiento y seguimiento que apoye la implementación robusta de políticas y medidas de eficiencia energética. Esto incluye el desarrollo de un nuevo rastreador de progreso que permitirá una mayor visibilidad sobre los datos de intensidad energética y demanda, asegurando así que los esfuerzos se alineen con el objetivo de duplicar la eficiencia energética para 2030.
En resumen, la 9ª Conferencia Anual Global sobre Eficiencia Energética ha sentado las bases para un futuro energético más sostenible, destacando que la eficiencia energética no es solo una política energética, sino una política imperativa para un futuro sostenible y seguro. La colaboración internacional y el compromiso continuo serán esenciales para transformar estos ambiciosos objetivos en una realidad tangible.
Imágenes: Unsplash