La Comisión Europea y su Comité Científico de Salud, Medio Ambiente y Riesgos Emergentes (SCHEER), acaba de publicar la Opinión Final sobre los potenciales riesgos para la salud humana de los Diodos Emisores de Luz (LED).
Después de un periodo de 3 años, donde se ha llevado a cabo una profunda revisión de las investigaciones publicadas junto con la puesta en marcha de varias consultas públicas, el Comité Científico concluyó que:
-
No hay evidencia de efectos adversos directos para la salud de los LED en el uso normal (lámparas y pantallas) por parte de la población general sana.
-
Los niños tienen una mayor sensibilidad a la luz azul y, aunque las emisiones pueden no son perjudiciales, los LED azules pueden ser deslumbrantes para los niños pequeños.
-
Las personas mayores pueden experimentar incomodidad por la exposición a la luz que es rica en luz azul
-
Existe un bajo nivel de evidencias sobre cómo la exposición a la luz al anochecer, incluida la proveniente de la iluminación LED y/o las pantallas que puede impactar en el ritmo circadiano. Sin embargo, aún no está claro si esta alteración del sistema circadiano conduce a efectos adversos para la salud.
No hay evidencia de que el público en general esté en riesgo de efectos adversos directos para la salud de los LED cuando las luces están en uso normal. Sin embargo, no hay suficiente investigación sobre los efectos en la salud de la iluminación LED y muchos temas deberían investigarse más a fondo, particularmente los efectos del parpadeo. Dado que el uso de la tecnología LED aún está evolucionando, el SCHEER desea que se controle continuamente las luces LED y cualquier riesgo para la salud que puedan representar para el público en general. Opinión final de SCHEER
Proceso para la obtención del dictamen final
La obtención de estas conclusiones finales son el resultado de un periodo de 3 años, iniciado en el año 2016 por la Comisión Europea, para aclarar todas las dudas sobre si realmente la tecnología LED afecta a la salud de las personas. El proceso ha sido el siguiente:
2016 – Solicitud de Dictamen Científico
Debido al uso generalizado de la tecnología LED en nuestra vida diaria, pantallas, bombillas, alumbrado público, etc, la Comisión Europea solicitó al Comité Científico de Salud, Medio Ambiente y Riesgos emergentes (SCHEER) que determine si el uso de las luces LED podrían representar un riesgo para la salud humana.
Esta solicitud de dictamen científico tuvo lugar en el 2016, y con el fin de que cualquier interesado pudiera presentar cualquier información relevante que puede ayudar al Comité Científico, se abrió una convocatoria pública, con fecha límite el 30 de septiembre del 2016, para la presentación de la información.
Julio 2017 – Opinión preliminar del Comité Científico
En julio 2017 el Comité Científico publicó un dictamen preliminar sobre los riesgos potenciales para la salud humana de los diodos emisores de luz (LED).
En este documento el comité llega a la conclusión de que no hay evidencia de efectos adversos directos para la salud humana derivado de los LEDs en uso normal para la saluda de la población general.
Para confeccionar la opinión final, el Comité invitó a las partes interesadas a presentar sus observaciones sobre las pruebas científicas mostradas en esta opinión preliminar.
Sept 2017 – Consulta pública
Entre el 19 de Julio y el 17 de Septiembre de 2017 se abrió la consulta pública sobre la versión preliminar del Dictamen en la página web de los Comités Científicos de la UE. La información sobre la consulta pública se comunicó ampliamente a las autoridades nacionales, las organizaciones internacionales y otras partes interesadas.
Ochenta y cuatro organizaciones e individuos (que proporcionaron cerca de 300 comentarios y 22 documentos) participaron en la consulta pública brindando aportes a diferentes capítulos y subcapítulos de la Opinión, con la gran mayoría de los comentarios provenientes de la industria.
Cada presentación fue cuidadosamente considerada por el SCHEER y la Opinión científica fue revisada para tener en cuenta los comentarios relevantes. La literatura ha sido actualizada en consecuencia con publicaciones relevantes.
Julio 2018 – Dictamen final
En Julio del 2018 el Comité Científico publica su dictamen final, con las conclusiones ya mencionadas.
Evaluación de los posibles riesgos para la salud
Los dispositivos de iluminación LED emiten radiación óptica que no penetra en el cuerpo pero que podría dañar los ojos y la piel dependiendo de muchas variables, como son la duración de la exposición, la longitud de onda y la intensidad.
El riesgo retinal fotoquímico por luz azul para el ojo de la iluminación LED doméstica está entre 10-20% (en comparación con 14% para una lámpara incandescente de rango medio) dentro de los límites de exposición marcados por el ICNIRP.
Los estudios demuestran que el resplandor de las pantallas LED en televisores, ordenadores, teléfonos, tabletas y juegos es inferior al 10% de la cantidad máxima dentro de los límites seguros establecidos por la normativa para proteger la retina de lesiones. Eso significa que no representan ningún riesgo para los ojos en su uso normal.
En cuanto a la utilización de la tecnología LED en el alumbrado público, se ha destacado que algún tipo de farola LED puede causar deslumbramiento si se mira directamente, pero esto se puede evitar con un buen diseño de la luminaria LED.
Las luces LED de los vehículos, así como de algunas señales luminosas, como los semáforos, pueden ser también una fuente importante de deslumbramiento, especialmente para las personas mayores.
Los LED también se usan en auriculares de realidad virtual donde la pantalla está muy cerca de los ojos. Sin embargo, la luminancia de la fuente es muy baja y no es probable que se excedan los límites de exposición. Los fabricantes brindan orientación sobre la duración máxima de uso de dichos auriculares. Algunas personas informan desorientación y náuseas después del uso prolongado de estos auriculares. Es probable que esto se deba a la cinetosis y no a la radiación óptica emitida por la pantalla.
Los límites de la exposición para la radiación óptica son establecidas por la Comisión Internacional de Protección contra la Radiación no Ionizante (ICNIRP). Además los requisitos de seguridad específicos y los métodos de evaluación de riesgos con respecto a los peligros fotobiológicos están contenidos en varias normas de seguridad europeas.
Población Vulnerable
Las poblaciones vulnerables y susceptibles (niños pequeños, adolescentes y personas mayores) fueron consideradas por separado y se obtuvieron las siguientes conclusiones:
Los niños tienen una mayor sensibilidad a la luz azul y, aunque las emisiones pueden no ser perjudiciales, los LED azules pueden ser deslumbrantes para los niños pequeños. El cristalino de los niños es más transparente a longitudes de onda cortas que el de un adulto, haciendo que los niños sean más sensibles a los efectos de la luz en la retina.
Las personas mayores pueden experimentar incomodidad por la exposición a la luz que es rica azules. A medida que el ojo envejece, la dispersión puede aumentar. Este es un problema particular para la luz azul. Por lo tanto, las personas mayores pueden padecer molestias con la exposición a pantallas LED con un alto contenido azul, sin ver claramente este tipo de dispositivos (por ejemplo, paneles informativos de autobuses). Además, las personas mayores tiene unos ritmos circadianos menos robustos y, por lo tanto, podrían ser más susceptibles a las alteraciones circadianas por luz natural.
Por último las personas con enfermedad vascular y degenerativa de la retina pueden ser más susceptibles a sufrir daños por los LED que la población general, pero el riesgo se considera similar al de otras fuentes de iluminación con características de emisión similares.
Ritmo Circadiano – Alteraciones del sueño
Los estudios actualmente disponibles indican que la luz artificial puede influir en el sistema circadiano, dependiendo de las características de la luz. Las fuentes de luz que emiten más luz de longitud de onda corta, al igual que algunos tipos de LED, tendrán un mayor efecto en los ritmos circadianos con igual luminosidad óptica, duración y momento de exposición. La exposición durante la noche puede provocar cambios en los patrones de sueño y otros efectos adversos, aunque la evidencia es limitada. Varios estudios sugieren un vínculo entre la desincronización del reloj biológico y el aumento de los factores de riesgo metabólicos. Sin embargo, no está claro si la luz artificial en la noche puede causar estos efectos.
Sin embargo, la conclusión actual se basa en una cantidad limitada de estudios, que se realizaron principalmente en un entorno de laboratorio. Una pregunta importante que queda pendiente de contestación es si la luz LED, y la luz artificial en general, presente en la iluminación de interiores y pantallas de dispositivos, va a tener un efecto sobre el sistema circadiano en la vida real. Además, actualmente se desconoce si los efectos sobre el sistema circadiano permanecen, mejoran o disminuyen, después de una exposición repetida y finalmente crónica, como puede ocurrir en la vida real.
El parpadeo de los LEDs y posibles efectos sobre la salud
La mayoría de fuentes de luz que operan desde la red eléctrica tienden a tener un grado de parpadeo (flicker). Sin embargo, las fuentes como las lámparas incandescentes tienen una inercia térmica, lo que significa que el grado de parpadeo está limitado a alrededor del 10%. En cambio los LED que funcionan con fuentes de alimentación (50 Hz en Europa) pueden tener un grado de parpadeo que va desde menos del 10% al 100%.
Las conclusiones llegadas es que algunos LED pueden plantear problemas en términos de parpadeo. Esta modulación de la luz de forma temporal puede causar efectos estroboscópicos. Además aunque no se identificaron estudios de casos publicados, existen afirmaciones de que un pequeño número de personas son muy sensibles a esta parpadeo, lo que desencadena síntomas como dolores de cabeza, migraña y malestar general.