La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha sido elegida para liderar en Europa la red mundial de ciudades que hacen frente a la emergencia climática.
Ada Colau toma el relevo al alcalde de Londres, Sadiq Khan, y ha sido elegida vicepresidenta europea de la Comisión Directiva del C40, el principal órgano de gobierno de la red mundial que agrupa a las principales ciudades del mundo comprometidas con la lucha contra la crisis climática. Colau compartirá esta tarea en Europa con el alcalde de Milán, Giuseppe Sala, que también es miembro de la comisión directiva.
Las ciudades miembros del C40 representan 700 millones de personas y una cuarta parte de la economía mundial. A través de la colaboración y la innovación, los Alcaldes de las ciudades del C40 tienen la determinación de cumplir con los Acuerdos de París suscritos por los Estados en 2015: limitar el calentamiento global del planeta y construir comunidades saludables, equitativas y con más resiliencia.
El compromiso de la ciudad de Barcelona con la lucha contra la crisis climática se refleja en las acciones que desde el consistorio se vienen realizando durante los últimos años. El Plan Clima de Barcelona ya fue premiado como la mejor iniciativa de las grandes ciudades europeas, un galardón otorgado por un pacto que agrupa más de 7.000 autoridades locales y 51 regiones europeas. El objetivo de este proyecto es rebajar las emisiones por ciudadano en un 45% de cara al 2030 y ser neutro en carbono en 2050, siguiendo también la estela de los Acuerdos de París.
Asimismo, el impulso del proyecto Supermanzana Barcelona también es hoy ampliamente reconocido a nivel internacional y un modelo de referencia para otras ciudades, así como también el proyecto Protegemos Escuelas, que se está desplegando con medidas similares en ciudades como París y Londres. El Plan de Movilidad Urbana (PMU) 2024 de Barcelona, trabajado con las entidades a través del Pacto por la Movilidad, apuesta porque el 81% de los desplazamientos se realicen en modos sostenibles como es el transporte público, ir a pie o en bicicleta y fija el objetivo de reducir en un 25% el tráfico en vehículo privado.
Barcelona, que es este año capital mundial de la alimentación sostenible, también quiere impulsar, a través de la red C40, el papel de las ciudades en la lucha contra la crisis climática a través de la transformación del modelo alimentario.